Una carta para vosotros

No se como has llegado aquí. Tampoco se los motivos que te han llevado a este pequeño rinconcito. Pero si puedo explicarte antes de que empieces a leer algunos de mis posts lo que vas a encontrar aquí y en definitiva, quien soy yo.

Esto es mi casa. Donde puedo ser yo misma, donde la gente sólo dice cosas bonitas y donde todo está a su sitio. Es una casa más que tengo, muy diferente a la otra. Aquí los escritos se quedan grabados en la mente de las personas. Allí los escritos se pierden y acaban en la basura o bien arrugados y tirados por ahí. Te invito a pasar sólo si cumples una condición, que lo revuelvas todo. Las cosas nunca pueden quedarse al mismo sitio, tienen que avanzar o quedarse atrás pero nunca estancadas. Por eso quiero que con tu ayuda y mis letras creemos algo nuevo. ¿Te apetece? BIen, pues ahora puedes pasar.

Pero antes, quiero que sepas quién es la propietaria de esta bonita casa. Es una chica que empezó comprando cuando tenía seis años una pequeña libreta donde escribió su primer cuento: El pez enfermo. Luego le siguió La mariposa sin alas. Esa niña de seis años empezó a leer libros para su edad y supo desde el primer momento que le gustaban. Recuerdo muy bien como ella subía hacia el piso de arriba en casa de su abuela y cogía los tochos de libros. Se quedaba largo rato tendida en el suelo oliendo las viejas páginas y leyendo el resumen y las primeras páginas. ¡Pero no le digas eso a su abuela! La pequeña niña continuó leyendo y cogiendo vocabulario para continuar con sus cuentos. Esa niña creció hasta tener diez años cuando le dieron su primer libro «de mayores». Se llamaba La princesa del hielo escrito por Camilla Läckberg, una escritora de libros de asesinatos.

Lo dejó apartado un tiempo, pero lo importante es que lo volvió a coger y con más fuerza que antes. Tardaba unos cinco días y cuando terminaba, le pedía a su abuela un nuevo libro. Pero de mayores. Ninguno era para ella y sus amigos no entendían lo divertido que podía llegar a ser un libro. Esa niña creció y aquí está, esperando que entres. Por último, debo nombrar como me decidí a crear un blog propio. Bien, todo empezó cuando busqué en el navegador «blogs de reflexiones» . El primero o de los primeros que salió fue La chica de los jueves. En algunos posts reía y en otros incluso lloraba. Claro que luego me adentré en más blogs, pero ese me marcó. Cada día deseaba con más ansias tener el mío propio y en Agosto me decidí a hacer mi sueño realidad.

Pero tu vas a hacer que lo consiga. Tienes la llave y mi consentimiento. ¿Entramos?

Palabras Cosidas