Me encantaría ser escritora en un futuro. Es uno de estos sueños que sabes que hay pocas probabilidades de que se cumpla. Hay mucha gente que quiere triunfar en el mundo de la literatura. Hay muchas editoriales que publican basura y dejan un buen libro atrás. Es difícil, publicar una novela que muchos compren. Pero ese sueño nunca se va. Cada mañana siempre hay algo que me empuja a escribir y dejarme la piel por las letras. Y me repito a mi misma que debería intentarlo.
Pero no soy tan valiente.
Si fuera así de valiente ya estaría trazando planes. Pero tengo un oficio de repuesto. Simplemente enfermería y especializarme en maternidad. Como no soy valiente, probablemente acabaré trabajando en eso.
Pero yo me conozco. Yo se que en tiempos libres no pararé de escribir. Entre tarea y tarea garabatearé cualquier frase que muchos no entenderán por mi letra ilegible ( muchos no la pueden leer pero yo me apaño a la perfección ). Nunca en toda mi vida pararé de escribir. Me motiva y es un motivo más que me ayuda a levantarme de la cama por las mañanas.
Creo en lo imposible. Creo en una sonrisa sincera, creo en el café bien cargado, creo en muchas de mis tontas teorías, creo en el amor, creo en la amistad y creo en la escritura. Pero sobretodo creo en mi y no creo que se necesiten más ingredientes para al menos intentarlo.
Si no lo intentas nunca sabrás lo que pudiera haber pasado.
Nunca gané un concurso de escritura en el colegio. Escribía cosas diferentes y las maestras siempre elegían historias que criticaran algún concepto como la contaminación, la violencia de género, el bulling… Yo no escribía sobre eso.
Me gustaba escribir historias de miedo y se me daba bien. Pero nunca dejé que esos concursos me desanimaran. Si tengo que elegir entre ser valiente o ser cobarde; elijo las dos.
Palabras Cosidas
Palabras Cosidas 