Tengo tendencia a planearlo todo. Necesito saber lo que tengo que hacer en cada hora para que todo salga a la perfección. Pero la perfección no existe y muchas veces los planes se tuercen.
Mi vida está completamente planificada. Primero, terminaré una carrera. Luego ya habrá tiempo para una pareja. Y si esa pareja es la adecuada me casaré y formaré una familia. Así de fácil. La vida después continuará hasta que muera en la cama siendo una buena anciana.
Pero la vida es una caja de sorpresas.
Un día lo tienes todo y te sientes feliz, pero en cuestión de minutos toda esa felicidad se puede ir tan rápido como ha venido. Al día siguiente ya no te queda nada. Los planes te pueden fallar porque nada ni nadie te asegura que todo pasará como tú lo has previsto. ¿Para qué planear la vida si se va planeando sin tu ayuda?
Cuando empiezas una historia nunca sabes como va a terminar. Puedes planearla todo lo que quieras, pero siempre terminará con un final diferente. La historia se va creando poco a poco. Y nosotros somos las marionetas de la vida. Prendemos de pocos hilos que se pueden cortar y la función termina.
Tus circunstancias actuales no determinan hacia donde puedes ir; simplemente determinan por dónde comienzas.
Nido Qubein
Se que por más que quiera que todo salga perfecto, me llevaré muchos chascos y decepciones que se repararán con el tiempo. Habrán cosas que vendrán por sorpresa. Habrán otras que simplemente ya sabía que vendrían. Pero no puedo planificarlo todo. Mi vida no es una agenda.
Siempre que se acerca un evento importante, la noche anterior sueño en ello. Y me lo imagino todo de una forma sabiendo que no se parecerá en nada. Sabiendo que puede o bien ir mejor o peor. Pero nunca igual.
Quema tus planes, yo quemaré los míos. Tíralo todo a la basura y empieza de nuevo. Vive en el presente y no pienses en lo que está por venir. No pienses en nada, lánzate a la aventura. Habrá tiempo de arrepentirte luego, pero la vida es demasiado corta para planificarla. Eso le quita la gracia. A mi me gustan las sorpresas y quiero que la vida me sorprenda cada día.
Palabras Cosidas